La arquitectura renacentista en contexto. La visión del CEO en San Tonino en relación con las características de la arquitectura del Renacimiento. Arquitectos destacados del período.
El hombre construye su época
La arquitectura renacentista merece un estudio amplio para ser descrita en unas pocas líneas. Sin embargo, en compañía del destacado arquitecto y CEO de San Tonino, recorremos algunos de sus detalles más llamativos, así como de sus principales representantes.
Una de las características que más llama la atención es que se trata de una época, gracias a su ligazón con el Humanismo Renacentista que —por ser antropocentrista— permite la consideración de los artistas de un modo profesional, anunciando un poco, a modo de idea, lo que hoy conocemos como el copyright de una obra.
Esto, que parece dado de antemano y desde siempre, no era así en esa época y tampoco en la arquitectura renacentista. Eran pocos los artistas que se conocían y este período habilitó a que se pusiera el sello personal en cada obra, porque lo central era el ser humano.
En el Renacimiento el hombre es la medida del universo
El Renacimiento fue un período de quiebre respecto del anterior, el Gótico. La arquitectura gótica se caracterizó por poner especial énfasis en la ligereza estructural y la iluminación de las naves del interior de los edificios. Surgió del románico, pero terminó oponiéndose a los volúmenes masivos y a la escasa iluminación interior de sus iglesias. Se encauzaba a un pensamiento teocentrista, por lo que se desarrolló fundamentalmente en la arquitectura religiosa (monasterios e iglesias), teniendo su mayor éxito en la construcción de grandes catedrales.
El arquitecto mencionado destaca que en la arquitectura del Renacimiento lo interesante es poner al hombre en el centro de la manifestación artística, con una importancia aún mayor que durante la Antigüedad clásica: el hombre del Renacimiento brinda una mirada progresista a su contemporaneidad y eso lo manifiesta en sus obras. Es la medida del universo. De este modo, la concepción del tiempo también cambia, señala el reconocido arquitecto. El tiempo se humaniza y el historiador sucede al teólogo.
En los siglos XVI y XVII, cuando tiene lugar el período renacentista, la Época Clásica, es decir la Antigüedad, es tomada como modelo. A partir del estudio de los clásicos antiguos hay una voluntad de perfección formal y también esto se manifiesta en la arquitectura del período.
Características de la arquitectura renacentista
La arquitectura del Renacimiento, entonces, pone énfasis en la simetría, la proporción, la geometría y la regularidad de las partes, homólogo a lo que sucede en la arquitectura de la Antigüedad Clásica. Los arreglos ordenados de columnas, pilastras y dinteles, así como el uso de arcos de medio punto, cúpulas semiesféricas, nichos y edículos reemplazaron los sistemas proporcionales más complejos y los perfiles irregulares de los edificios medievales.
Elementos de la arquitectura renacentista
En la arquitectura del Renacimiento los edificios se presentaban en formas rectangulares, con simetría y proporciones basadas en el módulo. El módulo es a menudo el ancho de la nave, cuando se trata de edificios religiosos. Veamos algunos de sus elementos:
- Planos – cuadrado, aspecto simétrico en el que las proporciones se basan generalmente en un módulo.
- Fachadas – simétricas en torno a su eje vertical, los edificios domésticos son a menudo superados por una cornisa.
- Columnas y pilastras – se utilizan los órdenes romanos de columnas: Toscana, dórica, jónica, corintia y arcos compuestos.
- Cúpulas de costillas – la cúpula se utiliza con frecuencia, tanto como una característica estructural muy grande que es visible desde el exterior.
Una de las características que más se destaca es la cúpula, que se utilizó con frecuencia en esta época como un elemento estructural de gran tamaño que es parte de la arquitectura del renacimiento visible desde el exterior, y también como medio para techar los espacios más pequeños en los que sólo son visibles desde el interior. Se utilizaron cúpulas en estructuras importantes como el Panteón en la Antigüedad, pero solo en raras ocasiones en la Edad Media del racionalismo. Después del éxito de la cúpula en el diseño de Filippo Brunelleschi, considerado iniciador de la arquitectura de estilo renacentista, para la Catedral de Florencia y su utilización en el plan de Bramante para la Basílica de San Pedro en Roma, la cúpula se convirtió en un elemento imprescindible en la arquitectura del Renacimiento, sobre todo en las obras eclesiásticas. Análogamente, sucede lo propio con la Basílica del Sagrado Corazón, en París.
Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci
Habiendo mencionado al precursor de la arquitectura renacentista, Filippo Brunelleschi, el CEO de San Tonino trae a colación la importancia de Miguel Ángel, arquitecto, escultor y pintor italiano, considerado uno de los más grandes artistas de la historia tanto por sus esculturas como por sus pinturas y obra arquitectónica. Miguel Ángel, señala Angelo Calcaterra, desarrolló su labor artística donde vivían sus grandes mecenas, la familia Médici de Florencia y los diferentes papas romanos. En sus últimos años, realizó proyectos arquitectónicos. Considerado el fundador del Renacimiento del Norte, su labor se destaca por la encarnación libre de los elementos comunes de la Antigüedad. Entre sus creaciones, las más destacadas son la cúpula de San Pedro, la tumba de los médicos y el Capitolio de Roma. A la vez, Leonardo Da Vinci, polímata: arquitecto, escultor, ingeniero, inventor y pintor, en su faceta de arquitecto estuvo influido por la obra de Filippo Brunelleschi y proyectó sobreelevar el Baptisterio de San Juan de Florencia, así como crear una torre-linterna para la catedral de Milán. Lo que más le llama la atención al CEO de San Tonino es que, a raíz de la epidemia de peste que azotó Milán entre 1484 y 1485, diseñó una ciudad teórica, perfecta, con ejes de circulación optimizados y condiciones de vida de calidad. Lo destacable es que su visión estaba marcada no por las distinciones sociales, sino por las funcionales, a imagen de los órganos del cuerpo humano, mostrando ser hijo de su tiempo.
Si querés saber más sobre arquitectura, te invitamos a visitar las reflexiones del CEO de San Tonino sobre lo propio respecto de la Basílica de la Sagrada Familia y el Palacio Barolo.