Utilizado por los colonos que llegaron a América, este tipo de arquitectura se renovó en la era moderna: todas las características para conocer de qué se trata este estilo junto al especialista: el arquitecto Angelo Calcaterra.
El arquitecto describe el estilo de la arquitectura colonial como “fachadas simples, arcos, hierro en los ventanales, tejas, tiene a la piedra como material protagónico y promueven un entorno inspirador y acogedor por igual“.
El profesional resalta que este estilo se reinventa para la edad moderna manteniendo las características distintivas de la arquitectura colonial clásica que trajeron los colonos a América Latina hace años.
¿Qué es la arquitectura colonial?
El estilo colonial fue el que dominó el paisaje de todo el territorio recién conquistado y colonizado de América.
El arquitecto detalla que los estilos coloniales variaron según fueran Colonial español, Colonial alemán, Nueva Inglaterra, Colonial Holandés, Colonial francés o Colonial Gregoriano.
El especialista destaca que cada uno de estos estilos surgió entre territorios específicos de cada país, tomando a México como emblema se pueden ver las distintas variantes, pero cada estilo arquitectónico colonial se desarrolló hasta adaptarse a cada región.
En este sentido, la historia de la arquitectura colonial engloba todas las manifestaciones arquitectónicas que se dieron en América Latina desde 1492 hasta el siglo XIX.
El arquitecto indica que – sin embargo- no se puede hablar de un estilo arquitectónico definido claramente como es el caso de la arquitectura gótica o el renacimiento.
“Por esta razón es imposible hablar de una sola arquitectura colonial y hay que hablar de varias de acuerdo a la metrópoli, colonia y época de la que se trate“, señala el experto en arquitectura.
Los tipos de arquitectura colonial tienen, por supuesto, muchas cosas en común además de su origen. “Se trata de construcciones en colonias que emulan los estilos conocidos por los colonizadores“, cuenta el arquitecto Angelo Calcaterra.
En la metrópoli, los estilos de la arquitectura colonial son más simples en sus formas y fachadas. Se trata de una arquitectura que tiene varios elementos del estilo europeo y por ello logra tener su propio carácter como una buena fusión de ambos, con prevalencia del estilo colonial.
El profesional indica que podemos encontrar arquitectura colonial adaptada o con variaciones a las condiciones climáticas o las necesidades de su población.
Esta arquitectura sigue modelos estructurales, constructivos y estéticos más cercanos o funcionales a la ciudad.
Por su parte, también existen buenos ejemplos en los que la estética de los habitantes latinoamericanos se fusionan con la arquitectura de la colonia para hacerla menos extraña a la población local.
En cuanto a los materiales, algunos de los elementos de la arquitectura colonial son el ladrillo, las molduras para los marcos de las puertas y otros detalles de la vivienda y las rejas de hierro para los ventanales, ventanas y otros espacios como puertas cancel.
“Todo esto siempre varía de acuerdo al orígen de cada estilo colonial“, vuelve a aclarar enfático el arquitecto.
En un repaso por las diferencias, el especialista indica que en el caso de la arquitectura Colonial en Nueva Inglaterra, ésta presenta frente simétrico y de forma rectangular, techo empinado con aleros y tejas con ventanas en los paneles para que ingrese la luz, bastante ornamentación exterior, chimenea central y tablillas de madera.
En el caso de la arquitectura Colonial Española Angelo Calcaterra indica que sus construcciones se caracterizan por techo plano o con muy poca inclinación, cubierto de paja, arcilla o tierra, paredes gruesas de ladrillo que eviten el calor y puertas exteriores más pequeñas con ventanas con persianas en el interior.
Si hablamos del estilo Colonial Georgiano, el especialista cuenta que suelen presentar paredes de dos pies de espesor en piedra arenisca. También cuentan con una fachada asimétrica y arcos de piedra reforzados sobre la puerta y las ventanas principales o las del primer piso. Madera y balcones aterrazados también pueden estar presentes.
La arquitectura Colonial Holandesa, en cambio y según comenta el arquitecto , prioriza como material ladrillo o piedra, chimeneas que coinciden en ambos extremos de la casa y también fachada asimétrica. Además suelen presentar techos de gambrel con amplios aleros tipo campana. La puerta holandesa se divide de forma horizontal y cada mitad se abre de manera independiente.
Por último, la arquitectura colonial en México y en el resto de América Latina en general se caracteriza por tejado a dos aguas con tejas de color ladrillo en forma rectangular. El material principal es la piedra, el ladrillo, la madera con detalles simples y clásicos y entradas con pilares, columnas y persianas decorativas.
Las buhardillas son típicas de este estilo y también los vestíbulos de entrada al centro, dormitorios en el piso superior y balcón interno a un salón central.
En síntesis, el estilo arquitectónico colonial puede sintetizarse, para el arquitecto, como un diseño híbrido, en donde los países conquistadores y sus arquitecturas se fusionaron con las características de diseño de las nuevas tierras, consiguiendo así lo que el especialista denomina como “diseños híbridos“ con características de uno y otro origen.
Esto se da porque en la amalgama de estilos, culturas, ideas y paradigmas distintos las distintas ciudades fueron desarrollándose y ordenando de a poco el espacio privado y el público.
Es así como la fundación de estas ciudades coloniales fueron un vehículo de evangelización y una forma de imponer una civilización sobre la otra en materia de construcción, maneras de vivir y todo lo que cada detalle arquitectónico simbolizaba.
“Finalmente, el resultante del complejo proceso dejó como saldo una arquitectura preciosa, inspiradora y versátil para construir con un mismo estilo y distintos matices bajo el paraguas del estilo colonial“, resume el arquitecto Angelo Calcaterra.