El empresario especialista en gestión y nuevas formas de liderazgo comparte las características para poder liderar un equipo o una compañía.
El experto en temas de liderazgo Angelo Calcaterra se predispone a darnos consejos para ser de esos líderes que siempre se recuerdan y dejan huellas en las compañías.
A grandes líderes de la industria como Steve Jobs y Jeff se los recuerda como líderes visionarios por su capacidad para imaginar y crear productos en los que la sociedad confía y quiere.
Por su parte, el CEO de San Tonino cree que el liderazgo visionario es más que el propio líder.
“Creemos que un líder y estratega es alguien que sabe a dónde quiere ir y tiene grandes ideas, pero eso no es el liderazgo visionario”, explica el arquitecto y suma que este tipo de liderazgo está inspirando una visión compartida en toda una organización.
Los especialistas y grandes estudiosos del liderazgo en política y en compañías multinacionales creen que toda la teoría se reduce a 7 preguntas claves. Si todos en la corporación pueden responder estas preguntas de manera similar, entonces seguramente creaste una visión compartida y demostrado tener un liderazgo visionario.
Valores fundamentales del liderazgo
Es obvio que una empresa tiene valores fundamentales, pero las organizaciones con líderes visionarios son las que, por supuesto, todos los miembros del equipo conocen y alinean sus comportamientos con esos valores fundamentales. Por ejemplo, un vendedor que responde las llamadas telefónicas de los clientes debe poder explicar los valores tan bien como alguien de la comisión directiva, es totalmente abarcativo y vertical. “El valor central de una empresa es el aprendizaje constante y perenne, entonces cada empleado debería poder demostrar cómo la empresa ha facilitado que aprendan y crezcan durante los últimos tres meses de sus actividades”, afirma el especialista en liderazgo.
Aparte de querer ganar dinero hay que reconocer cuál es la razón de la empresa o compañía, entender qué hay más allá. La respuesta no debería tener nada que ver con las habilidades técnicas, y no debería ser una meta o un propósito. Primero lo que hay que hacer – según explica – es responder porqué existe tu compañía y para qué existe. Es una pregunta compleja de responder, por supuesto.
Como paso número dos hay que encontrar el nicho estratégico de la empresa, para quiénes está dirigida, para quién produce. La respuesta a esta pregunta debe explicar de dónde gana el dinero tu organización. Esta respuesta tampoco es tan simple, hay que conocer el nicho, saber para quiénes uno trabaja y no todos los líderes tienen claro ese destino y ese acción.
“También hay que conocer y tener en claro cuál es tu objetivo”, apunta el especialista en liderazgo. La respuesta debe ser direccional, medible y, por último, debe estar vinculada a tu propósito principal. Hay que saber cuál es la meta por lo menos de acá a una década y si ves que no la estás logrando en poco tiempo o mediano plazo cambiarla, modificarla para poder llegar a ese destino tan buscado.
¿Qué es la meta intermedia?
El especialista en liderazgo Angelo Calcaterra propone siguiendo con la pregunta anterior de enfocarse y ver cuál es la meta de la compañía hacer un stop al año de planteada y a los tres años también.
Cuando pasaron 12 meses hay que frenar y planear objetivos para el próximo año. La ejecución débil a menudo se debe a la falta de claridad en torno al objetivo”, explica. En ese momento hay que establecer nuevamente un objetivo de ingresos, ganancias y cuatro o cinco atributos de apoyo que, si se logran con excelencia, indiquen la finalización exitosa de la meta de un año.
El arquitecto dice que que hay muchas formas de interpretar la estrategia, pero para los líderes visionarios, la estrategia significa la forma en que tu negocio se diferencia en un mercado saturado. Una estrategia exitosa se compone de tres pilares estratégicos que hacen que tu negocio sea diferente.
El especialista en liderazgo sugiere que la clave es que tus competidores deben estar de acuerdo con tus pilares. Eso significa que no puedes decir que tienes mejores personas o un buen servicio al cliente. Significa que la mayoría de los empresarios piensan en términos de bueno o excelente y no en términos de dinero u otro tipo de éxito.
Un ejemplo que vale la pena traer a colación es la del conglomerado sueco IKEA. Es una compañía que no se ve a si misma como una empresa de muebles, sino que más bien como una empresa que te hace construir y armar a vos mismo y que sus importes y opciones son más bajos y más variados que su competencia. “Sus líderes suecos tienen visiones estratégicas han convertido a la empresa en el minorista de muebles más exitoso del mundo”, apunta el especialista en liderazgo.
Es muy relevante destacar que las nuevas generaciones de trabajo se ven atravesadas no solamente por el cambio de modalidad de trabajo impuesto a partir de la pandemia del covid-19, sino que se aceleró en distintas instancias el trabajo híbrido y popularizó el uso de distintas aplicaciones y herramientas digitales de Internet. “Estas generaciones están atravesadas por una profunda necesidad de innovar que desafía a los distintos ámbitos laborales tradicionales, desde las empresas más chicas hasta los grandes conglomerados y multinacionales. Creo que es necesario emerger de esta marea que se suscitó con nuevos líderes que buscan y encuentren una forma más efectiva y motivadora de trabajo”, resume el especialista en liderazgo Angelo Calcaterra.
Este es un desafió tan único como interesante, pero lo importantes es abstenerse a las circunstancias y buscar nuevos caminos que se adapten a nuevas realidades. Lo importante es mantener el rendimiento de todos los trabajadores y llevar a cabo políticas que encuentren y creen nuevos y nuevas líderes en todos los estratos de las compañías.