Según el especialista en comunicación y liderazgo empresarial Angelo Calcaterra un buen líder debe promover el trabajo en equipo, subrayando fortalezas y debilidades, otorgando la oportunidad de crecer y desarrollar a su capital humano y practicar una comunicación fluida grupal e individualmente.
“Este debe ser su objetivo central y debe saber que su figura y papel es fundamental“, subraya el experto.
En ciertas ocasiones, su tarea se transforma en todo un desafío. Muchas veces el equipo está conformado por personas y personalidades diversas, con intereses propios y conocimientos diferentes.
“El líder es el que debe defender la independencia, individualidad y fortalezas de cada uno de los empleados“, asegura el arquitecto en este sentido. Lo hará apoyándose en el uso de cada potencial que detecte, cada rasgo de creatividad y estimulando a su vez el sentimiento de pertenencia para generar un verdadero clima de equipo, subraya por otro lado el especialista.
De esta manera, el CEO de San Tonino detalla algunas características que considera fundamentales para que un líder sea tal:
- Que pueda fijar metas y expectativas del trabajo de cada integrante del equipo. “Es imprescindible para que los grupos trabajen unidos y bajo un esquema y objetivos en común“
Si una persona se direcciona hacia un objetivo claro y fijo esto hará que se aplique a lograrlo con más determinación porque sabe lo que se espera de él, y hará lo posible por obtenerlo dentro de lo que se le indicó como regla o código de trabajo.
Por esto, se vuelve clave que el líder pueda transmitir a los equipos cuál es la misión, la visión y la estrategia bajo la cual lograrla.
Se puede comenzar estableciendo una meta ambiciosa a largo plazo y de a poco, fijar tareas más pequeñas con resultados más fácilmente alcanzables en el corto plazo que motivan al equipo, por otra parte, pero no harán que desvíen la atención del objetivo principal.
- Invertir en el talento es clave. Las personas son la variable más valiosa e importante de cualquier organización y si es deseable que las personas estén preparadas, formadas y sean calificadas para las tareas asignadas, hay una cuota de responsabilidad en los líderes en formarlas.
Por supuesto que en primer lugar se debe seleccionar perfiles compatibles con los trabajos a desempeñar. Pero también ver el potencial de esas personas es obligación del líder. Quizás aún no sepa hacer la tarea que se le asignará pero sí tiene cualidades para aprenderla bien y rápidamente.
“Además, invertir en las personas para que sigan formándose y evolucionando es fundamental para el buen funcionamiento de la empresa, para alcanzar los objetivos marcados y para hacer crecer la organización“, concluye Angelo Calcaterra.
Las personas con cualidades de liderazgo son hábiles para reconocer estas habilidades potenciales en sus empleados o grupos a cargo y saben cómo direccionarlas a favor de la empresa.
- Potenciar el talento es otro de los ítems que no puede faltar en un buen líder según el especialista. “Por esto es importante crear planes de carrera para cada una de las personas que estén trabajando en el equipo“.
Las evaluaciones de desempeño son un punto fuerte para diseñar estos planes de carrera, conocer las expectativas de cada empleado y ser honestos con respecto a las áreas para mejorar y los puntos fuertes de cada uno.
Los talentos de las personas también son delicados de manejar en ocasiones porque esas personas, que conocen sus fuertes, suelen ser ambiciosas y no siempre es tan sencillo retenerlas y mantenerlas contentas en sus puestos, con sus tareas y funciones.
Es por eso que motivar y cuidar al empleado con talento se vuelve una clave super importante para un buen líder.
“Otro ingrediente fundamental – comparte- es el compromiso. Y éste se consigue con una buena comunicación entre los líderes de los proyectos y los trabajadores. Esto es lo que hace que se sientan satisfechos y motivados“.
- La comunicación es otra de las claves para liderar de una forma efectiva. Trabajar la comunicación como un elemento esencial para transmitir valores al grupo es imprescindible.
Comunicar con transparencia se vuelve vital. “Esto significa comunicar de forma clara y concisa, sin vueltas ni largas charlas sin sentido que pueden provocar confusión“, admite el especialista.
“Muchas veces para involucrar un empleado el líder cree que tiene que dar sermones y es todo lo contrario“, destaca el especialista. Esto implica que el flujo de información y comunicación no sea unilateral.
“Los buenos líderes siempre escuchan y piden constantemente devoluciones sobre su propia labor, la satisfacción con las tareas, las dificultades y las sugerencias de mejora“, destaca el arquitecto en este sentido. Así, comunicación y liderazgo se dan la mano.
- Enlazado a lo que se dijo con anterioridad se encuentra como clave la escucha activa.
La escucha activa implica preguntar, observar, confiar, actuar con flexibilidad, apertura y determinación.
“Ya no sólo se trata de saber qué necesitan los equipos sino también escucharlos con actitud activa apunta a reunir ideas, aportes y poder modificar según eso el trabajo o las prácticas vinculadas a las maneras de llevarlo a cabo“, puntualiza.
Cuando ocurre la escucha activa del líder hacia el equipo la transmite a cada integrante del grupo. Cada cual comprende mejor la razón de su trabajo, y además se vuelven parte de la visión del equipo, afinan sus metas y estrategias y pueden desarrollar potencial liderazgo también.
- Espíritu de superación, entusiasmo y pertenencia son otras de las claves que un líder debe saber transmitir.
Se trata de valores esenciales para cualquier cabeza de equipo que busca ser una persona de referencia para sus equipos, guiarlos, orientarlos y ayudar a cada uno a conseguir metas, superar desafíos y crecer en el proceso.
Para esto es necesario que el líder cree un grupo de trabajo optimista, divertido, sano y que a su vez se porte con ambición.
“Motivar e inspirar a los empleados es fomentar el entusiasmo por los proyectos, encontrar el costado positivo a las dificultades, enseñar a capitalizar errores y motivar el ser buenos empleados“, detalla el experto en la temática.
“Cuanto más consciente sea el líder de sus propias habilidades, más podrá incentivar al resto y estar abierto al éxito“, resume el especialista.
- La séptima cualidad de un buen líder es predicar con el ejemplo.
Angelo Calcaterra señala que esta es la mejor manera de enseñar, o como decía Albert Einstein, la única.
El líder debe ser el primero en trabajar duro, en practicar la solidaridad, el pensamiento de conjunto para tener en cuenta al equipo, tomar las responsabilidades muy en serio y hacerlo con autenticidad, profesionalismo, optimismo, alegría y ética.