El empresario especialista en gestión y nuevas formas de liderazgo comparte las características deseables para ocupar esta posición vital dentro de un equipo humano
El experto en temas de formación de equipos y gestión empresarial resume su postura en una frase: “Las variaciones constantes en los contextos, la acelerada evolución de la tecnología en el mundo y las nuevas necesidades de la humanidad imponen nuevas formas de liderazgo“.
De cara al futuro y sobre todo en la última década, los líderes de las organizaciones más diversas abandonan los antiguos estilos de conducción, la estructura jerárquica verticalista y apoyan nuevas modalidades para acompañar la evolución de las organizaciones.
Las nuevas generaciones de trabajo se ven atravesadas no solamente por el cambio de modalidad de trabajo impuesto a partir de la pandemia, que aceleró distintas instancias de teletrabajo y popularizó el uso de distintas apps y herramientas digitales. Sino que, además, se ven atravesadas por una profunda necesidad de innovar que desafía a los distintos ámbitos laborales.
Desde los emprendimientos más pequeños, los comercios, negocios hasta las grandes instituciones, las empresas, los dirigentes y los referentes de todos los ámbitos hay un pedido de emerger nuevamente de esta marea con un nuevo tipo de líder.
“El nuevo tipo de líder debe tener responsabilidad social y no perder el foco de lo humano“
El experto en este campo dirige una mirada contemporánea a las necesidades de los nuevos CEOs, de los que se considera parte como líder de distintas empresas y emprendimientos productivos. Su voz es sobre todo basada en la experiencia, el intercambio con otros líderes del mundo y su preocupación constante por las acciones de responsabilidad social dentro del sector privado.
La valoración de la dimensión humana es vital para él.
El estilo de liderazgo del que habla es nuevo sobre todo en términos de lo humano y cercano que se propone ser.
No pasa por un tono de voz elevado, autoridad confundida con autoritarismo. Sino al contrario. El nuevo líder debe tener la capacidad de “servirse“ del talento de su equipo, alentarlo, capacitarlo y dirigirlo. Ver fortalezas, debilidades y tener en cuenta a la persona detrás del puesto.
“El impacto positivo hacia el interior de las empresas y hacia la comunicación con el resto de los eslabones productivos y de la sociedad misma es impactante“, remarca el arquitecto en este sentido.
El liderazgo más allá del líder: la visión del CEO de San Tonino
Conciencia social en el liderazgo y responsabilidad no se vinculan solamente con la forma en la que el líder intercambia con la comunidad. Es más bien un estilo personal para estimular y promover innovación, transformación, buena gestión de los cambios y del desarrollo de talentos con visión sustentable, equitativa y velando por la igualdad y su círculo íntimo de colabores en los que delegar lo más importante del negocio, el core, conformado también por los valores rectores de la empresa.
Este líder debe ser capaz de expandir todo esto hacia afuera. De tener impacto social y hacer crecer el talento de cada eslabón.
El espíritu de servicio del líder es mitad innato y mitad, se puede entrenar. Según el especialista el principio de estar al servicio del proyecto, de sentir propia esa visión, es también sentir la responsabilidad de las personas que trabajan bajo su ala.
De esta manera, siempre accionará dentro de la organización con la visión de satisfacer tres ejes de necesidades con respecto a las personas que la componen: necesidades materiales, afectivas y cognitivas.
“Esto se traduce en que más allá de el papel de conducir al equipo de una empresa o institución de cualquier rubro lo que fundamentalmente hace el líder es articular las culturas organizacionales para que puedan acompañar también el bienestar y crecimiento de sus colaboradores en espacios de intercambio, igualitarios, innovadores y claro, con ganancias materiales y no materiales para todos“, detalla el experto.
Un verdadero líder tiene en cuenta a las personas y las valora por lo que son, además de su productividad o “lo que rinden“. Sin perder de vista esto, no es lo que más le importa. “El resultado está perfecto pero si nos volvemos resultadistas a costa de cualquier cosa, perdemos todos“, opina el especialista.
Un líder con responsabilidad social: características indispensables
- Predicar con el ejemplo y en voz baja. Su tarea es cotidiana, silenciosa, sutil e impacta positivamente. Si no está, deja establecidos los canales para que la comunicación fluya y las personas en las que haya delegado puedan seguir adelante con la empresa y lo que implique.
- Se basa en valores. Inspira, comunica, motiva, comparte, demuestra escucha, buena voluntad, expresa, discute, colabora, decide priorizando el bien mayor y conjunto, promueve el trabajo en equipo y establece consenso y políticas de inclusión. “Jamás se acomoda en el lugar de yo sé y no tengo nada que aprender“, remarca Angelo Calcaterra.
- Cede el protagonismo e incentiva a cada uno a sentirse clave para el trabajo conjunto. Su participación en la empresa es total porque toma decisiones pero siempre motiva haciendo sentir protagonistas de logros, procesos, o “áreas“ específicas a otros.
- Equilibrio emocional. Para el experto este factor es vital para ser líder. Debe tener inteligencia emocional avanzada, saber leer situaciones en los demás pero sobre todo, las más importantes, son las señales propias. La gestión de las emociones se vuelve un requisito indispensable.
- Flexibilidad. Adaptarse a distintos contextos e imprevistos será una cualidad deseable en un CEO o alto mando jerárquico. Tanto la comunicación, la empatía como la practicidad y la inteligencia resolutiva serán fundamentales.
De esta forma, el experto comparte su visión acerca de lo que un líder debería apuntar a tener, más allá de las formas o los estilos individuales de cada uno, que siempre son válidos y pueden aportar mucho por identificación dentro de los distintos equipos, áreas y rubros en los que se mueva el líder.