¿Qué es el liderazgo?

El liderazgo es un conjunto de comportamientos utilizados para ayudar a las personas a alinear su dirección colectiva, ejecutar planes estratégicos y renovar continuamente una organización. Veamos de qué se trata exactamente. 

Todos los líderes, hasta cierto punto, hacen lo mismo. Hablemos de un ejecutivo, un directivo, un entrenador deportivo, un operario o bien un maestro de educación primaria, el liderazgo apunta a una persona que pueda guiar y tener influencia en los resultados, permitiendo que grupos de personas trabajen juntas para lograr lo que no podrían hacer trabajando individualmente.

En este sentido, el liderazgo es algo que se hace, no algo que se es. No obstante, existen los malos líderes, y muchas personas que ejercen el liderazgo no tienen autoridad formal. Son sus acciones, no sus palabras, las que inspiran confianza y energía.

El verdadero liderazgo

Además, el liderazgo no es algo con lo que se nace, sino una habilidad que se puede aprender. En la base están las mentalidades, que se expresan a través de comportamientos observables, que luego conducen a resultados mensurables. 

¿Se comunica eficazmente un líder o consigue que los demás participen escuchando bien? Centrarnos en los comportamientos nos permite ser más objetivos a la hora de evaluar la eficacia del liderazgo.

 La clave para desbloquear los cambios en el comportamiento es centrarse en la mentalidad, ser más conscientes de nuestros pensamientos y creencias, y mostrarnos con integridad como nuestro auténtico yo.

Hay muchos contextos y formas de ejercer el liderazgo. Pero podemos destacar cuatro tipos de comportamiento que representan el 89% de la eficacia del liderazgo:

 

  • Ser solidario
  • Actuar con una fuerte orientación a los resultados
  • Buscar perspectivas diferentes
  • Resolver problemas con eficacia

 

Los líderes eficaces saben que lo que funciona en una situación no tiene por qué funcionar siempre. Las estrategias de liderazgo deben reflejar el contexto y la fase de evolución de cada organización. 

Una lente importante es la salud organizativa, un conjunto holístico de factores que permiten a las organizaciones crecer y tener éxito a lo largo del tiempo. Un enfoque situacional permite a los líderes centrarse en los comportamientos más relevantes a medida que una organización se vuelve más saludable.

Las ideas más populares sobre liderazgo 

Los altos directivos deben desarrollar una amplia gama de habilidades para guiar a las organizaciones.

Pero ¿Cómo está evolucionando el liderazgo?

En el pasado, el liderazgo se denominaba “gestión”, con énfasis en proporcionar conocimientos técnicos y dirección.

El contexto era la organización tradicional de mando y control de la economía industrial, en la que los líderes se centraban exclusivamente en maximizar el valor para los accionistas. 

En estas organizaciones, los líderes tenían tres papeles: planificadores (que desarrollan la estrategia y luego la traducen en pasos concretos), directores (que asignan responsabilidades) o controladores (que se aseguran de que la gente haga lo que se le ha asignado y se cumplan los planes).

 

¿Cuáles son los límites de los estilos de gestión tradicionales?

La gestión tradicional fue revolucionaria en su día y enormemente eficaz para crear empresas globales a gran escala que han mejorado materialmente la vida de las personas en los últimos 200 años. 

Sin embargo, con la llegada del siglo XXI, este enfoque está alcanzando sus límites.

En primer lugar, este enfoque no garantiza que los jefes o los trabajadores estén contentos o sean leales.

De hecho, una gran parte de los trabajadores estadounidenses, el 56%, afirma que su jefe es poco o muy tóxico, mientras que el 75% afirma que tratar con su jefe es la parte más estresante de su jornada laboral.

Para las organizaciones de este siglo que trabajan en el complejo entorno empresarial actual, está surgiendo un enfoque novedoso y más eficaz del liderazgo.

Los líderes de hoy están empezando a centrarse en la construcción de organizaciones ágiles, centradas en las personas y habilitadas digitalmente, capaces de prosperar en un entorno sin precedentes como el actual y de satisfacer las necesidades de una gama más amplia de partes interesadas (clientes, empleados, proveedores y comunidades, además de inversores).

¿Cuál es el nuevo enfoque emergente del liderazgo?

Este nuevo enfoque del liderazgo se describe a veces como “liderazgo de servicio”. Aunque ha habido algunas críticas a la nomenclatura, la idea en sí es simple: en lugar de ser un gestor que dirige y controla a las personas, un enfoque más eficaz es que los líderes estén al servicio de las personas que dirigen.

La atención se centra en cómo los líderes pueden facilitar la vida de los miembros de su equipo, física, cognitiva y emocionalmente. La investigación sugiere que esta mentalidad puede mejorar tanto el rendimiento como la satisfacción del equipo.

En este nuevo enfoque, los líderes practican la empatía, la compasión, la vulnerabilidad, la gratitud, la autoconciencia y el autocuidado. Proporcionan aprecio y apoyo, creando seguridad psicológica para que sus empleados puedan colaborar, innovar y plantear problemas según convenga.

Esto incluye celebrar la consecución de los pequeños pasos en el camino hacia la consecución de los grandes objetivos y mejorar el bienestar de las personas a través de mejores conexiones humanas. Se ha demostrado que estas condiciones permiten el mejor rendimiento de un equipo.

En términos más generales, el desarrollo de este nuevo enfoque del liderazgo puede expresarse como la realización de cinco cambios clave que incluyen, se basan en y van más allá de los enfoques tradicionales:

 

  • de ejecutivo a visionario, dando forma a un propósito claro que resuene y genere un impacto holístico para todas las partes interesadas.
  • de planificador a arquitecto, Re imaginando sectores e innovando sistemas empresariales capaces de crear nuevos niveles de valor.
  • de director a catalizador, haciendo que las personas colaboren en redes abiertas y capacitadas.
  • de controlador a formador, permitiendo que la organización evolucione constantemente mediante un aprendizaje rápido y que los compañeros adquieran nuevas mentalidades, conocimientos y aptitudes.
  • de jefe a ser humano, mostrándose como uno mismo, auténtico.

 

Juntos, estos cambios pueden ayudar a un líder a ampliar su repertorio y crear un nuevo nivel de valor para las partes interesadas de una organización. 

El último cambio es el más importante, ya que se basa en el desarrollo de un nuevo nivel de conciencia y conocimiento de nuestro estado interior.

Los líderes que miran hacia dentro y emprenden un auténtico viaje de autodescubrimiento experimentan cambios profundos en sí mismos y en sus vidas, lo que les permite beneficiar mejor a su organización. 

Esto implica desarrollar una “conciencia de perfil” (una combinación de los hábitos de pensamiento, emociones, esperanzas y comportamiento de una persona en diferentes circunstancias) y una “conciencia de estado” (el reconocimiento de lo que impulsa a una persona a actuar). 

Combinar el trabajo individual, orientado hacia el interior, con acciones orientadas hacia el exterior puede ayudar a crear un cambio duradero.