De acuerdo con el contexto que estamos viviendo, el efecto que va a tener la pandemia global del COVID-19 no solo se podrá leer en los libros de historia, sino que también será objeto de estudio y ejemplo de cómo se aplicó el ingenio y la creatividad humana para desarrollar innovaciones sanitarias, así como de otros tipos, para poder sobrellevar y superar esta enfermedad que afecta al mundo entero.
Es un hecho: la innovación local se aceleró, desde modernizar la arquitectura de los sistemas “subiéndolos” a la nube, y orientando la economía a microservicios, hasta procesos hiperautomatizados para ofrecer productos más personalizados.
“En este escenario impensado de pandemia, las tendencias y las posibilidades que habilitan la innovación financiera crean un puente para el desarrollo, tanto de las organizaciones, sus modelos de negocio, como de sus trabajadores y clientes, así como ayudan a la adopción de nuevas tecnologías y trazan una hoja de ruta para la transformación digital de la industria de cara a los próximos años”, sostiene Angelo Calcaterra, CEO de San Tonino S.A. y renombrado arquitecto.
Si pensamos por un instante, caeremos en la cuenta de que casi todos los productos y servicios ofrecidos son de base tecnológica. Por eso, se incorporan tecnologías que son más ágiles y seguras. “Los desafíos para esta nueva normalidad son: ofrecer experiencias diferenciales a los clientes. Modernizar los sistemas y los servicios: cuando ingresan nuevos actores al mercado, la oferta de productos se intensifica. La incorporación de la colaboración digital y la automatización para realizar ciertas tareas serán un área de gran oportunidad”, agrega el destacado arquitecto y confirma: “Además, todo se vuelve más remoto que antes. Este es un escenario que marca una tendencia a corto plazo y a mediano plazo. En Argentina, la mayoría de las empresas sostienen que el teletrabajo se irá imponiendo, sin descuidar los contactos presenciales y encuentros de oficina. Podemos decir que avanzamos hacia un modelo híbrido que combina entornos físicos y digitales. Así, es dable prever que las herramientas y estrategias de otras épocas no van a funcionar en los espacios de trabajo modernos”.
Asistimos a un mundo hiperconectado, donde la inversión también pasa por la generación de soluciones de trabajo colaborativo, productividad y desarrollo tecnológico, haciendo del hoy el futuro.