En este contexto inesperado al que nos estamos acostumbrando poco a poco, Angelo Calcaterra comparte un balance del 2020 y su reflexión de cara al 2021.
Balance del 2020, un año particular
“Estoy seguro de que este año ha sacado de cada uno de nosotros aspectos que no conocíamos. Desde valorar aquello con lo que contamos, hasta visibilizar la importancia de vínculos que dábamos por sentados”. En esta línea, considera que un año de estas características se va para cerrar un ciclo, no sin antes realizar el balance que, sin dudas, será muy particular.
“Desde mi perspectiva” entiende Calcaterra refiriéndose a un término muy utilizado en arquitectura “este año es como un punto de fuga, es decir, como ese lugar donde confluyen dos líneas: lo que podemos y lo que queremos. Este punto de encuentro fue muy importante para la relación con nosotros mismo y con los otros”. Hace mención, específicamente, de los actos solidarios que en muchos empezaron a tener corporeidad a raíz de la pandemia y de la crisis que esta acentuó. Por eso, no debemos quedarnos encerrados en nosotros mismos, en un momento el que el escenario que nos rodea pide de nuestra colaboración.
Sin perjuicio de ello, y volviendo al tema que nos convoca, es posible pensar estas fiestas “a nuestra manera”, ¿forma que requiere mucha inventiva? “No”, asegura el CEO en San Tonino “porque con ello me refiero a que, dado que este año se salió del molde, de lo común y de lo esperable, podemos hacer lo propio al pensar en la mejor manera de encontrarnos para despedir el año, quiero decir con esto, buscar nuestro estilo, sin presiones. Lo importante, creo, es estar con nuestros seres queridos, unidos”.
Para terminar, te invitamos a leer el artículo Educar desde la solidaridad, para que, en esta época del año, tan especial en varias aristas, llevemos a los más pequeños grandes ejemplos de acercarse a una cultura que dará frutos y nos hará mejores personas.