La superpoblación, definida como el exceso de población, es conocida por las consecuencias negativas que genera en el entorno en el que surge, ya sea contaminando el ambiente, causando situaciones de conflicto o problemas arquitectónicos.
Relacionada con problemas económicos y sociales, la superpoblación se ha caracterizado y continúa en esa senda por generar una relación desigual entre población y ambiente, así como también los recursos naturales y las demandas que la misma genera.
Con el continuo crecimiento de la población mundial y las grandes brechas entre las zonas rurales y urbanas, las ciudades han de buscar generar diferentes mecanismos para el establecimiento de estas poblaciones urbanas que muchas veces no cuentan con condiciones de vida adecuadas.
Países más poblados del mundo
La ciudad anteriormente fue solamente un ejemplo de la superpoblación y los problemas generalmente adjuntados a esto. Actualmente, India, China, Estados Unidos, Indonesia, y Pakistán son los primeros cinco países que cuentan con la cantidad más grande de habitantes.
Especialmente India y China son países conocidos por representar altas tasas de crecimiento demográfico. Estas cifras altas tienen su raíz entre el contratante entre una tasa alta de natalidad y baja mortalidad, y también una alta tasa de fertilidad.
Frente al continuo crecimiento demográfico que caracteriza a estos países, en China incluso se presentó una política que únicamente permitía un hijo por pareja, la cual, si bien finalmente fue quitada en 2015, conllevó al aumento de abortos y estilizaciones forzadas.
India, país que actualmente ha superado a China en número de población, se ha encontrado sujeto a problemas adheridos a esta alta tasa de habitantes. La superpoblación ha generado altas tasas de desempleo, condiciones de infraestructura inadecuadas, y condiciones de vida impropias tras las personas buscar asentarse en las ciudades grandes.
Otros de los problemas relacionados con la superpoblación son la falta de transporte, el constante tráfico, y el aumento de barrios marginales. Se produce una brecha entre los recursos naturales, la escasez de comida, y el aumento de conflictos, que termina generando una presión cada vez más sobre el medio ambiente.
Ciudades como catalizadores de habitantes en la modernidad
Las grandes brechas entre las ciudades y las zonas rurales siguen siendo evidentes en la actualidad. Como generadoras de empleo, ofrecimiento de servicio, y más posibilidades, los núcleos urbanos continúan creciendo mientras que las dificultades para mantener las zonas urbanas y zonas rurales a la par continúan acrecentándose en vez de disminuyendo.
El congestionamiento en las ciudades trae consigo las condiciones de vida que muchas veces no terminan siendo adecuadas. Son conocidas, por ejemplo, en América Latina, las villas miseria (Argentina), o favelas (Brasil). Estos asentamientos son caracterizados por crecer alrededor de las grandes ciudades del país, y por sus condiciones precarias de vivienda.
Frente a los habitantes que acrecientan las ciudades, las políticas generalmente están enfocadas en preguntarse qué cambios ha de hacerse en la infraestructura para que la ciudad soporte estas altas tasas de poblaciones, en vez de centrarse en cómo hacer frente a los problemas económicos y sociales que surgen a partir de esta superpoblación.
Si bien se han buscado implementar el mejoramiento de transporte público para que la cantidad de autos no sea excesiva, así como también la implementación de redes que brinde una conexión entre las zonas de campo y las ciudades, continúa siendo un desafío evitar que las ciudades colapsen.
Cada vez son más las ciudades que hacen frente a los problemas de limitación espacial con la creación de departamentos cada vez más pequeños que se ajusten a las necesidades básicas, para así permitir que los habitantes continúen arribando a las ciudades. Frente a esta problemática, solamente queda preguntarse qué tanto lograrán seguir soportando los núcleos urbanos que cada vez se encuentran más poblados.
Caso único: la ciudad amurallada de Kowloon
Al hablar de la relación entre superpoblación y arquitectura, uno de los casos más particulares es la ciudad amurallada de Kowloon, anteriormente ubicada en Hong Kong, China.
Esta ciudad, apodada como la ciudad de la oscuridad, entre otros, se trató de un establecimiento altamente poblado en la década de 1750. Dentro de sus particularidades, se destaca también la falta de gobierno y la muralla que solía rodearla.
Principalmente construida como un puesto militar, esta ciudad perduró hasta el año 1994 en el cual posteriormente fue demolida para transformarse en un parque.
La ciudad de Kowloon fue conocida por la baja calidad de vida en comparación con otras ciudades, sus malas condiciones sanitarias, las altas tasas de delincuencia, y su particular arquitectura. Las construcciones masivas fueron realizadas principalmente en la década de 1960, la altura de los edificios fue restringida por la cercanía de un aeropuerto que además causó problemas acústicos, y algunas calles únicamente estaban iluminadas con luces fluorescentes como consecuencia de la altura de los edificios que no permitía la filtración de luz natural.
Conclusión
Lo que uno pensaba que iba a suceder en un futuro, se convirtió en una realidad. El mundo globalizado hizo que todos los ámbitos deban adaptarse rápidamente a los cambios y la arquitectura es testigo de eso.
Las poblaciones cada vez se agrandan más, las ciudades abarcan más espacio y hay fenómenos naturales que lo demuestran.