A menudo pienso en que una de las posibilidades de una cadena radica principalmente en que tiene la oportunidad de dar continuidad, de ser una sucesión de acciones, hechos, acontecimientos u obras relacionados entre sí y que, si la llevamos al terreno de la solidaridad, los resultados pueden ser, no solo buenos, sino exponenciales.
Me gusta traer a la mente la imagen del Dominó, ese efecto en el que una pieza que muta su posición hace que la siguiente lo haga también y se genera una suerte de cadena, que puede unir sucesos a través de una acción, convirtiéndose en una puerta para los demás. ¿En qué consiste esta puerta? Creo que, en este punto, el papel de las redes sociales y de la difusión en general es fundamental para concientizar a nuestros pares acerca de la importancia de ponerse en el lugar del otro, de empatizar con situaciones disímiles a las nuestras, y así colaborar con la construcción de un mundo mejor. La clave es, quizás, y aquí esbozo un pensamiento personal, entender que una sola persona no puede hacerlo por sí sola y destaco, por eso, el concepto y el valor de la comunidad en la cual estamos inmersos que hoy en día es mucho más amplia por la reciente revolución de las redes sociales. Con ellas podemos llegar, en simultaneidad, a muchas personas, no solo de nuestro espectro circundante, sino del mundo entero.
Sin embargo, si pensara que realizando una donación no voy a poder hacer un gran cambio, porque no es suficiente para hacerles bien a todos aquellos que lo necesitan, entonces, lo más probable es que no haga nada al respecto. Por el contrario, considero que, si aprovechamos lo revolucionario de la comunicación con la que contamos en la actualidad y no desestimamos el valor de una pequeña acción, podremos proyectar, informar, compartir y difundir información con públicos o grupos específicos para que se forme una red y no solo una cadena.
Por lo mencionado, me parece que, desde el espacio con el que cuenta cada uno, y desde las posibilidades que tiene, se puede lograr visibilizar la realidad de muchas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad y no desmerecer, por lo tanto, lo que cada uno pueda dar, porque, como se suele decir y creo que aplica muy bien “todo suma” a la hora de donar y colaborar con los que más nos necesitan y a los que podemos llevar un alivio sostenible en el tiempo, claro, en red y haciendo viral un acto que fomenta el bien común.