Cuando era chico, a Angelo Calcaterra, CEO de San Tonino S.A., le enseñaron que la educación es uno de los pilares fundamentales para tener una oportunidad tanto en lo profesional como para crecer en condiciones dignas, algo que todos, por el mero hecho de ser personas, merecemos. Más tarde, agrega el arquitecto “aprendí que la educación no es solo una oportunidad, sino que es un Derecho Fundamental, lo cual me acercó a diversas comunidades para colaborar”.
En esta ocasión, el destacado profesional CEO en San Tonino se concentró en el Comedor Amigos del Padre Pepe que, a raíz de la crisis, acentuada por la pandemia, cada día son más los vecinos que se acercan a buscar alimento allí. Este comedor funciona en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, en la Villa 21-24, Barracas, y prepara 1200 porciones diarias de comida para asistir a los más necesitados. Si bien recibe ayuda del Gobierno, hoy se ven superados por la alta demanda.
Además de donar procesadora industrial de alimentos a principios de septiembre del 2020 —para el anexo abierto hace poco tiempo— el mencionado arquitecto facilitó, hace poco, un horno convector. Esto les permite cocinar de 80 a 100 pollos en tres horas, para poder seguir equipando el anexo que están montando y brindar atención a todos los que precisen un plato de comida diaria.
El comedor está a cargo de Mirna Florentín, a quien el CEO de San Tonino S.A. conoció a través de una nota en el diario. El comedor tiene la especificidad de que la comida que brinda está pensada para enfermos crónicos que sufren de diabetes, celiaquía, hipertensos o con problemas gástricos, se incluyen también niños y personas con patologías psicológicas, entre otros. Además, preparan comida “convencional”, pero sin duda lo que más se destaca es la preparación de comida saludable, así como un menú variado, que incluye frutas y verduras en abundancia.
De este modo, además de que el nuevo contexto requiere insumos no presupuestados, como lo son, alcohol, lavandina, guantes y barbijos, están implementando bandejas descartables para las viandas, y de esta forma tienen menos contacto con la gente disminuyendo el riesgo de contagio. A la fecha el renombrado arquitecto realizó una nueva donación, porque la solidaridad en momentos de crisis es tan vital, que el acto de donar cobra un valor aún más fundamental en la sociedad.