Desde el sur de la Ciudad de Buenos Aires, en la Villa 21-24, Barracas, llega un agradecimiento muy especial a Angelo Calcaterra, CEO de San Tonino y reconocido arquitecto, donde funciona el comedor Amigos del Padre Pepe, que prepara 1200 porciones diarias de comida para asistir a los necesitados.
A cargo de Mirna Florentín, a quien el arquitecto conoció a través de una nota en el diario, este comedor tiene la particularidad de ofrecer comida a enfermos crónicos que sufren de diabetes, celiaquía, son hipertensos o tienen problemas gástricos, entre ellos, hay niños y personas con patologías psicológicas, entre otros.
También preparan comida “convencional”, pero sin duda lo que más se destaca es la preparación de comida saludable, así como un menú variado, que incluye frutas y verduras en abundancia. A raíz de la crisis, acentuada por la pandemia, cada día son más los vecinos que se acercan a buscar alimento y, si bien el comedor recibe ayuda del gobierno, hoy se ven superados por la alta demanda.
Angelo estableció comunicación con ella y le contó que le gustaría ayudar. Mirna contó acerca de su preocupación por la cantidad creciente de gente que se suma a diario en busca de comida y por la salud de los colaboradores. Todo ello llevó a la reflexión al renombrado profesional, quien buscó la manera de colaborar. El nuevo escenario requiere insumos no presupuestados: alcohol, lavandina, guantes y barbijos.
Sumado a lo anterior, contó que estaban implementando bandejas descartables para las viandas, y de esta forma tener menos contacto con la gente disminuyendo el riesgo de contagio. En este tiempo tan difícil donde la solidaridad se ha convertido en algo tan vital, el rol de estas instituciones cobra un valor aún más fundamental en la sociedad al CEO de San Tonino le alegra poder aportar su grano de arena, habiendo donado a la fecha, más de 150 kg de verduras (cebolla, papa, zanahoria, anco), pollo, bandejas descartables y elementos de higiene (lavandina, guantes, alcohol y barbijos).