En la provincia de Misiones, en la localidad de San Vicente, a unos 30 kilómetros aproximadamente, en su gran mayoría por el medio del monte misionero (con una vegetación muy densa, haciendo que los caminos se vuelvan muy cerrados), Angelo Calcaterra conoció el caso de la comunidad de aborígenes guaraníes llamada Monte Virgen, en la cual hay unas once familias, sumando unas cuarenta o cincuenta personas. Ellos subsisten gracias a sus plantaciones, dependiendo de la lluvia, de la caza y la pesca; aunque, con tanta deforestación y contaminación de los ríos, es una actividad que poco a poco va mermando. La comunidad, actualmente, no cuenta con luz, el municipio está trabajando sobre esta problemática, y se espera que llegue pronto. A través de gente que colabora con ellos nos hicieron llegar sus necesidades, afirma Calcaterra, entre las cuales, la más imperante era la de tener agua potable.
Luego de una evaluación de dos empresas dedicadas a perforaciones de suelo (es una zona complicada de acceder con la maquinaria) se logró realizar la perforación del suelo y dar acceso al agua potable, anteriormente tomaban agua de una laguna. En abril de 2019 se realizó una visita a la aldea para conocer a sus habitantes y relevar otras necesidades, y en base a eso se decidió ayudarlos con la compra de materiales para que puedan hacer pisos en sus casas, que tenían piso de tierra (se transfirió el dinero al corralón y ellos retiraron el material).
En paralelo, desde el 2018 se realiza mensualmente una compra de alimentos en el supermercado Ceferino, los primeros días del mes, y ellos lo retiran. La aldea Monte Virgen sufrió daños en algunas casas y en los tanques de agua que habían sido colocados en su momento, por una fuerte tormenta en el mes de julio, explica Angelo Calcaterra, por lo que donamos los tanques nuevamente, así como los materiales de construcción para las casas.