Angelo Calcaterra, arquitecto de amplia trayectoria y CEO de San Tonino S.A., aporta, en este artículo una interesante visión sobre la arquitectura moderna. En este artículo, recorreremos algunos tesoros de la arquitectura moderna en la Argentina.
Vamos a detenernos, en este caso, en nuestro país, a fin de notar cómo se enraizó y manifestó la arquitectura moderna en nuestro país. Te invitamos a recorrer virtualmente el Kavanagh, el Comega, el Safico y el Gran Rex, edificaciones que fueron conformando una serie de gran valor arquitectónico y, también, fotográfico, desde la visión del CEO de San Tonino.
“El edificio Kavanagh, por su construcción escalonada, dio lugar a terrazas jardín”, cuenta el arquitecto. “Posee gran similitud en su forma a la proa de un barco. Por su orientación, da lugar a sostener que apunta hacia el Río de la Plata. Curiosamente, el edificio no cuenta con cocheras ni portero eléctrico: cada visitante debe anunciarse en la recepción, que da aviso por teléfono al departamento correspondiente. Esta curiosidad hace parecer que este edificio porta parecido con un lugar de paso”, señala el CEO.
En relación con el Comega, el arquitecto mencionado destaca la particularidad del diseño y la iluminación del hall en doble altura, así como el acceso lateral, provisto de materiales nobles importados como, por ejemplo: mármoles pulidos, acero inoxidable y maderas, su estructura de hormigón armado, las fachadas revestidas en travertino, la batería de ascensores rápidos coordinados, la ausencia de elementos decorativos y la destacada ventana-mirador al río, son algunos de los rasgos que distinguen esta obra tan interesante e importante.
Luego, el CEO de San Tonino hace mención del edificio Safico, edificio que cuenta con 3 subsuelos (2 para el estacionamiento y el más profundo, una sala de máquinas y calefacción), una planta baja, 10 pisos en bloque y 15 pisos en torre escalonada. El Safico fue en su momento el edificio de viviendas más alto de Argentina y es curioso porque los últimos 3 pisos fueron construidos para ser un único departamento. “Me interesa mencionar también el teatro Gran Rex, que constituye uno de los hitos de la arquitectura moderna, a la par que es el punto más alto dentro de la vasta producción del autor, Arq. Alberto Prebisch.
La estructura del edificio fue realizada en hormigón armado, y el techo de la sala en cabriadas metálicas, además de que su fachada es un sencillo rectángulo de gran volumen revestido en travertino romano sin lustrar y carente de motivos ornamentales, con una gran superficie vidriada que muestra los interiores del edificio a la gente que pasa por la calle, y pese a su sobriedad y a su simpleza estilística es imponente”, explica el especialista. “El interior es del mismo estilo racionalista, y el hall tiene un doble juego de escaleras muy bien pensadas: la idea es vaciar la sala rápidamente y un conjunto de ascensores que comunican con las cocheras colaboran con este pensamiento”, señala el experto. “Otro detalle interesante es que cuenta con una sala asimétrica, y esto se debe a que fue construido en un terreno irregular. Por eso está dispuesta en forma oblicua a la línea del frente”.
Por último, el destacado arquitecto agrega que “Esta sala es una gran cáscara dividida en fajas encimadas, inspirada en el Radio City de Nueva York. Los espectadores se disponen en tres niveles: platea, primer balcón y segundo balcón. Tanto las butacas como los telones y alfombras originales fueron de color tierra siena quemada, y las paredes fueron pintadas a la témpera de color ocre ligeramente rojizo. Todos estos edificios son tesoros de ese organismo vivo que son las ciudades”, concluye.