A partir de las acciones solidarias que realizo desde hace tiempo, y que dan nombre a esta sección de mi página, me preguntaron cuáles son las formas de ser solidario que podemos ofrecer, dado que existe una innumerable cantidad de gente que nos necesita y que podemos aplicar esto de diversas formas, dependiendo de qué se precise y de qué podamos ofrecer.
Lo primero que se me ocurre es educar respecto de ser solidario, esto es, visibilizar las problemáticas reales que nos aquejan y enseñar a nuestros hijos a que no todos tienen las mismas oportunidades que nosotros, y que, muchas veces, está en nuestras manos la posibilidad de que otros lleguen a hacerse de un futuro mejor.
Enseñar a los más pequeños la importancia de ser una persona solidaria es también una manera de ayudar, porque ellos van a ser quienes configuren la sociedad que viene y, si lo hacen sobre pilares como este, convertirán el mundo en un lugar más habitable. En cuanto a las herramientas para hacerlo, podés buscar películas que transmitan estos valores, también cuentos para chicos y, lo más importante, brindarles un entorno que tenga que ver con lo que estás predicando, y que les sirva de ejemplo y de inspiración.
Podés, también, organizar una actividad solidaria. ¿Cómo sería esto? Podés hacer actividades solidarias, invitando a tus amistades, personas de tu barrio o gente conocida a participar en un mercado, un concierto benéfico o a apoyarte en recaudar fondos para donarlos a una asociación que necesite recursos para llevar a cabo su labor. Además de que estarás colaborando con muchas personas que lo necesitan, seguro pasarán un buen rato.
Por supuesto que, dado el contexto de la pandemia, las actividades sociales deberán esperar un poco más o tomar formatos diferentes. Por ejemplo, se me ocurre hacer una subasta por una plataforma de videoconferencias, adaptar los recitales al formato virtual, y todo lo que tenga el fin de ayudar a los demás es bienvenido y renovador.