En esta segunda parte del artículo Los medios visibilizan a los más vulnerables me quiero centrar en la importancia que tiene para mí la visibilización, a través de los medios de comunicación, de la situación de los más vulnerables y, a partir de allí, la responsabilidad de la sociedad civil en la posibilidad de amortiguar el impacto de la situación de muchas personas que nos necesitan.
Cito el segundo ejemplo que me toca de cerca: tiene que ver con cómo me contacté con Mirna, la encargada del comedor del Padre Pepe. El comedor Amigos del Padre Pepe que funciona en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, en la Villa 21-24, Barracas, que prepara 1200 porciones diarias de comida para asistir a los necesitados. A cargo de Mirna Florentín, la conocí a través de una nota en el diario, este comedor tiene la particularidad de ofrecer comida a enfermos crónicos que sufren de diabetes, celiaquía, hipertensos o con problemas gástricos, entre los que hay niños y personas con patologías psicológicas, entre otros. También preparan comida “convencional”, pero sin duda lo que más se destaca es la preparación de comida saludable, así como un menú variado, que incluye frutas y verduras en abundancia. A raíz de la crisis, acentuada por la pandemia, cada día son más los vecinos que se acercan a buscar alimento y, si bien el comedor recibe ayuda del gobierno, hoy se ven superados por la alta demanda. Establecí comunicación con ella y le conté que le gustaría ayudar.
Mirna me contó acerca de su preocupación por la cantidad creciente de gente que se suma a diario en busca de comida y por la salud de los colaboradores. Todo ello llevó a la reflexión a Calcaterra, quien buscó la manera de colaborar. El nuevo escenario requiere insumos no presupuestados: alcohol, lavandina, guantes y barbijos. Sumado a lo anterior, contó que estaban implementando bandejas descartables para las viandas, y de esta forma tener menos contacto con la gente disminuyendo el riesgo de contagio. En este tiempo tan difícil donde la solidaridad se ha convertido en algo tan vital, el rol de estas instituciones cobra un valor aún más fundamental en la sociedad me da esperanza poder aportar su grano de arena, habiendo donado a la fecha, más de 150 kg de verduras, elementos de higiene (lavandina, guantes, alcohol y barbijos, un horno convector y una procesadora de alimentos, destinados al anexo que están equipando.
Todo esto no hubiese sido posible sin la visibilidad que otorgan los medios de comunicación a la situación de quiénes más nos necesitan.