Competencia sí, competencia no

En conversación con Angelo Calcaterra, CEO de San Tonino y arquitecto renombrado, nos contó que una vez se quedó muy sorprendido porque le preguntaron qué valoraba a la hora de reclutar personal. Entonces, él respondió que la competencia. Su interlocutor entendió un sentido de esta a la que no se refería.

“Valoro la competencia, sí, pero ser competitivo y ser competente no es lo mismo. Yo me inclino por lo segundo”, afirmó el destacado profesional .

Porque, desarrolló más tarde el CEO de San Tonino, ser competitivo tiene que ver con una disputa entre personas que aspiran a un mismo objetivo o a la superioridad en algo; en cambio, ser competente tiene que ver con la habilidad o el desarrollo de la habilidad en algo. No hay una disputa o un conflicto.

“Se trata de poder potenciar las capacidades personales en pos de un valor empresarial muy importante, que es la sinergia, es decir, eso que sucede cuando la suma de las partes constituye algo superior”, señala el arquitecto.

“Además, lo que termina sucediendo es que, con menos de lo que se cree se puede crear más. Alentamos, entonces, a ser la mejor versión de uno mismo y, en ello se incluye, transformar las ideas negativas y ‘las cosas malas que pasan en el mundo’ en algo que propulse nuestro deseo de actuar por un motivo que encontramos justo y necesario”.

En general, las personas competitivas son reactivas, el competente es proactivo, y eso es un valor que se puede conseguir con una buena filosofía empresarial, y alentando a las personas que forman parte de la organización a crecer, sin que ello implique perjudicar a los demás.

Además de hacernos más saludables y mejores personas, colaboramos con hacer de este un lugar mejor para vivir, garantizando condiciones de vida para todos.