Hacia una definición de solidaridad como valor humano y personal

Hacia una definición de solidaridad

La definición de solidaridad. Las características de la solidaridad como un valor humano y personal. Ingredientes solidarios. Bienestar, acción y generación de redes van de la mano con la solidaridad.

En esta oportunidad, vamos a preguntarnos de qué hablamos cuando hablamos de solidaridad. Si bien muchos la practican, pocas veces nos hemos parado a pensar cuál es la importancia que reviste y cuál es su significado. En este sentido, Angelo Calcaterra, CEO de San Tonino S.A. y reconocido arquitecto, propone pensarla, en principio, como un valor. Y un valor implica tener la disposición habitual a hacer el bien. Por supuesto que, cuando nos referimos a ello, estamos hablando de que este hábito de la solidaridad como un valor funciona en relación con otras personas. Y lo curioso de esto es, señala el CEO de San Tonino, que la solidaridad genera un bienestar para el otro a quien a lo mejor uno no conoce. Igualmente, a partir del vínculo solidario se da una relación, más allá de que, tal vez, nunca nos veamos las caras. Llama la atención pensarlo de este modo, porque en general uno le da una mano a quien conoce. Entonces, a partir de ese vínculo un poco anónimo, un poco no, nace la solidaridad. Es interesante, reflexiona el arquitecto, pensar que conocemos a las personas primero por sus necesidades y luego por sus nombres. Aunque sea raro, no cree que opaque el hecho de colaborar.

La solidaridad, un concepto humano

La solidaridad es un valor humano de gran importancia

El concepto de solidaridad como valor humano conlleva una acción totalmente desinteresada, uno ayuda porque ese otro no puede acceder a la satisfacción de ciertas prioridades del orden que sean: alimenticias, de formación, de equipamiento, viáticos, etcétera. En este sentido, la solidaridad es un valor humano de gran importancia. Un recorrido posible que proponemos para inspirarnos es el de visitar el artículo Angelo Calcaterra y la Misión Padre Pepe.

La motivación para colaborar con los demás nace desde adentro

Además del bienestar que genera ser solidario, mencionado al principio, en otro orden de cosas, la acción es muy importante, señala el CEO de San Tonino. Porque uno puede tener ganas o pensar que está bien ayudar, pero con eso no alcanza, hay que acompañar la motivación, haciendo. Para ello, te invitamos a conocer la sección con la que el arquitecto cuenta en su página Solidaridad en acción. Porque, si todo lo que siento o noto, como por ejemplo las desigualdades existentes en la sociedad, se queda en la cabeza, lo que ocurre es que soy sensible a la realidad, pero me quedo a medio camino. Llevar a cabo lo que nos proponemos, concretar acciones, hacer de esos pensamientos algo palpable es lo que completa el círculo virtuoso de la solidaridad. 

Una definición de solidaridad como valor personal

Por eso, el CEO de San Tonino considera que la generación de redes solidarias, más allá de que eso pueda sonar trillado o poco original, en lo que atañe al concepto de solidaridad, es de gran envergadura a la hora de generar ese hábito en cada uno. 

En síntesis, la mejor definición de solidaridad, como las miles de recetas posibles para hacer un pastel de papas incluyen los mismos ingredientes, pero mezclados de diversa manera en cada uno. ¿Cómo definir entonces la solidaridad? El concepto de solidaridad conlleva: bienestar, acción concreta y generación de redes, que forman un canal de acceso para dar posibilidades a muchos, pero el ingrediente personal de cómo lo hagamos está en cada uno. Te invitamos a descubrir el tuyo y, para eso, te proponemos empezar por acá Resiliencia, empatía y solidaridad.